“No es el fin de nuestra historia” fue la conclusión a la que llegaron los estudiantes que participaron en las actividades del Campamento Existe.
A través de dinámicas como “la baraja de la vida”, las y los jóvenes reflexionaron que, a pesar de las adversidades a la que se pueden enfrentar a lo largo de su vida, la vida continúa, y se puede salier adelante.
Es de suma importancia hablar de estos temas con ellos ya que a lo largo de su vida se les presentarán una gran cantidad de situaciones que pueden generar estrés, ansiedad o incertidumbre. Enseñarles a no huir de estos problemas, afrontarlos y buscar soluciones para superarlos les permitirá desarrollar habilidades valiosas como la resiliencia, el pensamiento crítico y la capacidad de adaptación. Estas habilidades son esenciales para enfrentar los desafíos y dificultades que se presenten en la vida, tanto a nivel personal como profesional. Al aprender a afrontar los problemas, los jóvenes pueden desarrollar una mayor confianza en sí mismos y en su capacidad para resolver situaciones difíciles, lo que les permitirá crecer y avanzar en la vida de manera positiva y exitosa.
El Campamento Existe es la primera etapa en la que se dividen los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola, mismos que se van experimentando a lo largo de la preparatoria.
Durante el campamento, los estudiantes consiguieron los elementos para elaborar por sí mismos, su Principio y Fundamento, como una manera de iniciar un proceso de construcción del sentido de su existencia, a través de diferentes actividades realizadas en un espacio libre del ruido de la ciudad, entre los que destacan: La baraja de la vida y caos.
Ayudarlos a encontrar su principio y fundamento en la vida es esencial para que tengan una vida significativa y plena. El principio y fundamento es aquello en lo que creemos y nos basamos, es nuestra razón de ser y nos ayuda a establecer nuestra identidad y propósito. Al tener la claridad sobre lo que es importante para ellos, poden tomar decisiones más conscientes y coherentes con sus valores y objetivos, lo que les permite avanzar de manera más efectiva hacia sus metas. Además, les permite ser más auténticos en su forma de ser y actuar, lo que aumenta su autoestima y autoconfianza. Encontrar su principio y fundamento también les brinda una sensación de estabilidad y seguridad emocional, lo que les permite afrontar los desafíos de la vida con más serenidad y determinación, les ayuda a darle un sentido más profundo y significativo a su existencia.
Los estudiantes pasaron momentos en comunidad, donde además de aprender, pudieron convivir con sus compañeros y amigos de clase. Interactuaron de una forma distinta a la que lo hacen en clases, lo que da apertura a que se tengan más confianza y refuercen sus lazos de compañerismo.