Apreciada comunidad del Sistema Educativo Loyola del Pacífico:
Hoy me dirijo a ustedes nuevamente como es costumbre al inicio de cada año escolar. Este, sin embargo, no es cualquier año escolar.
El que estemos aquí celebrando el comienzo de un nuevo ciclo tiene atrás un bagaje de experiencias y retos que difícilmente habríamos podido vislumbrar hace escasos 12 meses.
La experiencia de Otis para nuestra comunidad, para Acapulco y para nuestros paisanos en el estado de Guerrero ha sido brutal. Ha sido cruel y ha sido colosal.
Y sin embargo hoy estamos celebrando. Sí. Celebrando un espíritu de comunidad más grande que nuestros obstáculos. Estamos celebrando un compromiso que como sistema educativo hemos hecho con nuestras familias acapulqueñas.
Hemos sido sometidos a pruebas inimaginables y hemos resurgido del marasmo producto de la adversidad con un espíritu fortalecido por la apuesta por nuestro servicio educativo.
En estos meses posteriores al huracán hemos aprendido con todos ustedes. Hemos visto esa fuerza del espíritu que nos anima y orienta.
Esa animación nos invita a comenzar este año escolar con renovada esperanza de que siempre habrá un mañana mejor. Nos invita también a seguir reconstruyendo nuestra casa, tanto física como espiritualmente.
Los retos son enormes pero sabemos que podemos enfrentarlos si caminamos juntos en esta aventura del saber y del espíritu.
Gracias