Colectivos de familias buscadoras narran sus luchas y resistencias ante la desaparición de familiares.
En México, las desapariciones forzadas se han convertido en una de las problemáticas sociales más dolorosas y urgentes de atender. Por un lado, hay personas inocentes que son privadas de su libertad, encaminadas a un destino incierto, por el otro, familias que enfrentan diariamente la incertidumbre de no saber el paradero de sus seres queridos, viviendo y luchando por la esperanza de volver a encontrarlos.
Ante esta problemática social, la Loyola brindó un espacio para que el conglomerado de colectivos buscadores de familiares desaparecidos impartieran el conversatorio “Unificación Guerrero” a la comunidad estudiantil universitaria, el cual tuvo como propósito principal visibilizar la labor que realizan estos colectivos y abrir un espacio de reflexión entre los jóvenes.
Durante el encuentro, las y los representantes de los colectivos compartieron sus experiencias centradas en la búsqueda, identificación y exigencia de justicia para sus seres desaparecidos. Más allá de exponer la dificultad de estas tareas, los ponentes transmitieron un mensaje profundo de resistencia, esperanza y trabajo comunitario, invitando a los alumnos a comprender el impacto humano tan profundo que hay detrás de cada caso.
Además, se buscó despertar en los estudiantes un sentido de conciencia sobre cómo, desde diferentes trincheras, es posible sumarse a la causa. Se subrayó que el apoyo no necesariamente tiene que ser presencial o en campo, ya que pequeñas acciones, como pueden ser compartir en redes sociales las fotografías de personas desaparecidas, logran marcar una diferencia y dar visibilidad a quienes aún no han sido encontrados.
El intercambio de palabras, sentimientos y pensamientos entre el alumnado y los colectivos logró que el encuentro se convirtiera en un puente de empatía, donde los jóvenes lograron dimensionar el valor de acompañar y apoyar este tipo de causas, creando una reflexión en torno al papel de la juventud en la construcción de una sociedad más justa y solidaria.
Con iniciativas como ésta, la Loyola reafirma su compromiso con la formación integral de sus estudiantes, alentándolos a involucrarse en temas sociales y a ser agentes de cambio. Este tipo de actividades demuestran que la educación va más allá del aula, invitando a los jóvenes a mirar la realidad, sensibilizarse y actuar con humanidad.
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